martes, 7 de diciembre de 2010

Sobre extrañar

Hace cerca de un año y medio oí salir de la boca de un amigo algo que me pareció muy buena voz. Tenía que ver con el significado de la palabra extrañar, o mejor dicho, de lo interesante que podía llegar a ser. No recuerdo con exactitud las referencias que me dio en aquella circunstancia, pero más o menos me planteó que la palabra extrañar es realmente curiosa, una vaina así:
Según la RAE, extrañar significa –en su segunda acepción– “ver u oír con admiración o extrañeza algo” y –en su tercera– “sentir la novedad de algo que usamos, echando de menos lo que nos es habitual”. Extrañar viene de extraño, que es “raro, singular” o “dicho de una persona o de una cosa: que es ajena a la naturaleza o condición de otra de la cual forma parte”, es decir, algo o alguien que no tiene que ver con uno, y aún con esas, empleamos extrañar cuando queremos ver a alguien o saber de esa persona, de repente una distante, porque su condición lejana es bizarra, no es lo normal en nuestra vida. Así, uno puede extrañar gente, lugares, situaciones y hasta al pasado (que sería nostalgia, en una definición más exacta).
Pienso en todo lo anterior mientras se me viene a la memoria una frase que me dejó hace un par de semanas una chica lindísima a quien conozco hace nueve años: “Los enamorados pueden ir y venir, en cambio, los amigos son para toda la vida”. Uno crece con ellos, aprende con ellos, vive experiencias con ellos. Eso está claro. Y en años se forman vínculos sincerísimos que deberían sostenerse sobre la incondicionalidad; el compañerismo; la comprensión; la paciencia; y, desde luego, el cariño (sí, el amor).
Pienso en todo lo anterior mientras se me viene a la cabeza una sensación súper agradable, la que me quedó tras haberme vuelto a encontrar con alguien a quien extrañé durante poco más de un lustro. Haberla podido tener frente a mí, cara a cara, diciéndome lo que solía decirme cuando empezábamos a entrar furtivamente a la vía rápida de la vida –17, 18 años– y saberla tan radiante como entonces, me procuró una alegría bárbara.
Siento que tenga que irse tan pronto y que, de todas maneras, yo vaya a tener que asumir nuevamente la situación de extrañarla, como extraño, de igual forma, a prácticamente todas las personas que más he querido, repartidas en diferentes partes del mundo… dos en EEUU, otra en Inglaterra, una última -y formidable- en Arequipa… siento que la chica de la frase en algún momento también tenga que partir –¿a Europa?– y que yo mismo, tal vez, me termine yendo a un lugar distante, ajeno, en el que seguramente el acto de extrañar se volverá mucho más intenso, al menos hasta que me acostumbre, pues, indefectiblemente, lo que en un primer momento suele parecer impropio, se termina convirtiendo en algo natural, después de todo, así es la vida, ¿no?, uno no puede más que adaptarse y aceptar lo que fue, lo que es y lo que vendrá.
Bueno, para el colmo de su curiosidad, la palabra extrañar también significa “apartar, privar a alguien del trato y comunicación que se tenía con él” y “rehuir, esquivar”, es decir, desterrar mental y/o físicamente, por iniciativa propia, a alguien… de repente, a alguien a quien antes uno estimaba mucho, pero ese es otro punto sobre el cual no vale la pena profundizar.

Sail away sweet sister - Queen

4 comentarios:

  1. Hola Diego q tal? me hiciste acordar el termino portugues "saudade" esa palabarita llena de significados tan complicada que define una emoción tan profunda parecida a la nostaligia, pero con un puñado de esperanza me parece. supongo debe ser dificil poner nombre a las emociones y como se les van sumando significados con el tiempo, bueno sera por que todos sentimos diferentes las mismas cosas o sumamos experiencias ajenas a nuestra sensibilidad.
    un saludo esta paja tu blog. t agregue al face
    carlos olortegui

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  2. Oye, muchìsimas gracias por leerme. Uno siempre va a extrañar a la gente que en algun momento hizo cosas importantes por uno sabiéndolo o no... :)
    Un abrazo!!!

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  3. me agrada tu blog muy personal ........esa es la voz ,bien en especial el post SOBRRE EXTRAÑAR...felling .

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  4. Gracias por darte una vuelta por aquí. Sí, es personal, ja, en realidad empecé a usarlo para la catarsis de rigor, allí la explicación... a quien le sirva, chévere.

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